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Acceso desigual a la salud sexual y reproductiva en Marruecos

Los intergrupos parlamentarios sobre Población, Desarrollo y Salud Reproductiva, ante las grandes desigualdades  en el acceso a la atención sanitaria y a la salud reproductiva en el país magrebí.

Marruecos atraviesa un importante momento político: tras las protestas ciudadanas de principios de 2011 y la aprobación de la nueva Constitución en ese mismo año, las organizaciones sociales y políticas demandan una transición que convierta en realidad para todas las personas, hombres y mujeres, los discursos oficiales sobre las reformas, y que despeje las dudas sobre la forma en que fue redactada y aprobada esa nueva Constitución. La atención sanitaria y la salud sexual y reproductiva no se queda al margen de esas demandas, tal y como han podido comprobar in situ las y los miembros del Intergrupo sobre Población, Desarrollo y Salud Reproductiva del parlamento español que han participado en un reciente viaje de estudios al país magrebí junto con parlamentarias y parlamentarios de los intergrupos en los parlamentos vasco y catalán.

El viaje, organizado por la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE) y apoyado por la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID), con la colaboración de las redes europeas Acción por la Salud Global y Cuenta Atrás 2015, y del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), tenía como objetivos recabar información sobre el sistema sanitario, el acceso a la salud de la población y la situación de la salud sexual y reproductiva en Marruecos, así como analizar el grado de cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud, y los logros y desafíos hacia un nuevo marco de desarrollo en salud y salud sexual y reproductiva a partir de 2015. Durante la visita se han intercambiado experiencias y reflexiones con parlamentarios marroquíes, profesionales sanitarios, organizaciones de la sociedad civil y organismos nacionales e internacionales sobre sistemas sanitarios y acceso a la salud y se ha conocido de primera mano los proyectos de cooperación española en Marruecos en materia de salud, así como el trabajo de otros donantes. Todo ello ha proporcionado nuevas herramientas para las acciones parlamentarias en favor del cumplimiento del derecho a la salud para toda la población.

Tal y como apuntó un parlamentario marroquí durante la visita, en cuanto al acceso a la atención sanitaria y la salud reproductiva, y al igual que en otros ámbitos, “hay dos Marruecos”. Por un lado, la nueva Constitución establece como un derecho la atención de la salud. El país ha logrado un progreso significativo en la reducción de la mortalidad materna, que ha disminuido de 224 por 100 000 nacidos vivos en 2004 a 112 por 100 000 en la actualidad. El acceso a la planificación familiar y a las vacunas se ha incrementado notablemente en los últimos años, y el gobierno está implicado en un proceso de reformas para aumentar el acceso a la salud para la población más vulnerable y pobre. La visita al centro de salud maternal de Yebha, un proyecto comunitario que cuenta con el apoyo de la AECID y el trabajo de Medicusmundi Andalucía en una zona rural y montañosa, mostró a los diputados del Estado español los esfuerzos que se están llevando a cabo para que el acceso a la salud no se concentre sólo en las grandes ciudades y las zonas urbanas. Este proyecto es un buen ejemplo, además, de cómo la participación de las organizaciones locales en la prestación de servicios de salud, allí donde el Estado no llega, mejora los resultados en la salud de los habitantes de estas zonas.

Pero por otro lado siguen persistiendo grandes desigualdades en la cobertura sanitaria y la prestación de servicios de salud, grandes disparidades entre las zonas urbanas y las rurales, una significativa insuficiencia de recursos humanos y un presupuesto insuficiente para la atención sanitaria: mientras que en las ciudades la tasa de mortalidad materna es de un 73 por 100.000, en las zonas rurales esta cifra se eleva a un 148 por 100.000; tomado en su conjunto, Marruecos cuenta con 5,4 médicos por cada diez mil habitantes, pero en la circunscripción médica de Chefchaouen, visitada por los intergrupos estatal, vasco y catalán, y donde viven 48 mil personas, en el momento de la visita sólo se contaba con un médico de atención primaria. Los medicamentos son mucho más caros que en otros países con recursos similares, y el 58% del costo total de la atención sanitaria en Marruecos sale del bolsillo de las familias. Como advierte la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, el seguro médico obligatorio sólo cubre a un 30% de la población, mientras que para el 70% de los marroquíes se está intentando aplicar un nuevo sistema, el RAMED, que les permitiría tener acceso a ciertos cuidados básicos en salud, pero que no cuenta con los recursos económicos necesarios para su implantación.

Por ello durante el viaje a Marruecos todos los interlocutores del país magrebí resaltaron el momento clave en el que se encuentra el país, con ciertos logros en estos últimos dos años pero una gran necesidad de poner en marcha planes concretos de reformas que reduzcan estas desigualdades, en las que por cierto la situación de las mujeres tiene mucho que ver, y no en vano muchas organizaciones sociales de mujeres marroquíes están reclamando una nueva reforma del código de la familia, con implicaciones en los derechos sexuales y reproductivos. En definitiva, y en palabras de un parlamentario marroquí, “nos encontramos en una plataforma de despegue. Ahora es cuando tenemos que tomar las decisiones clave”.

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