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«Hay tendencias preocupantes en la financiación para el desarrollo»

María Bordallo, experta en financiación para el desarrollo, conversa en nuestra sede con representantes de organizaciones sobre las preocupantes tendencias en la financiación de la salud sexual y reproductiva.

Unas tendencias que en opinión de Bordallo, que lidera el trabajo sobre financiación para el desarrollo en la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF), hacen que las organizaciones deban moverse en dos direcciones: ofrecer resistencia por un lado, y realizar una mirada interna para poder enfrentar dichos cambios por otro lado.

Entre los cambios más importantes, la responsable de financiación de IPPF ha señalado la disminución del papel jugado por la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en beneficio de la movilización de recursos domésticos. La AOD es cada vez más visto como un mecanismo impulsor de los recursos de los propios países y del sector privado, movimiento que ignora que hay países y poblaciones que siguen sin contar con suficientes recursos para cubrir las necesidades de todos sus habitantes. Al mismo tiempo, el foco principal de la financiación para el desarrollo se está moviendo para dejar en el centro de la escena al sector privado, y se quieren impulsar, sobre todo desde organismos internacionales como el Banco Mundial, nuevas formas de financiación que ya no pasan por la financiación directa, sino por préstamos que luego deben ser devueltos por los países receptores, lo que a juicio de María Bordallo no podría ser llamado ayuda para el desarrollo sino una nueva manera de generar deuda. Entre estas nuevas formas de financiación están también las alianzas público-privadas, que se caracterizan por una gran falta de transparencia que impide conocer sus resultados.

Por su parte, muchos gobiernos están incluyendo en la AOD partidas que en realidad no llegan a los países en desarrollo, como es el caso de los fondos para las personas refugiadas que llegan a nuestros países o incluso gastos militares. A esto se suman los recortes. Finlandia, Suecia y Dinamarca acaban de recortar de manera drástica la AOD que se canalizaba a través de las ONG. En resumen, como ha afirmado María Bordallo en el taller, “hay menos fondos para repartir entre más cosas y además hay que devolverlos”.

Ante este panorama, la responsable de financiación de IPPF hace un llamamiento para que se redoblen las capacidades y los esfuerzos en el acceso a los datos, ya que sólo desde el conocimiento se podrá reclamar respecto a un sector, el de la financiación de la salud sexual y reproductiva, en el que faltan pruebas, datos y análisis. Y pone el ejemplo del estudio de los datos hecho por IPPF en América Latina, que ha permitido concluir que a pesar del crecimiento económico de esta región, el gasto en salud sexual y reproductiva no ha crecido.  Una realidad que es necesario conocer para revertir, para lo que “en las organizaciones tenemos que perder el miedo a meternos en el análisis de la financiación, porque es la manera de poder hacer incidencia con los responsables de las políticas y programas”. Precisamente la última publicación de IPPF, «desmitificando la financiación», quiere facilitar la comprensión de las implicaciones de los cambios en la financiación de la salud sexual y reproductiva.

Y junto a ello, las organizaciones sociales presentes en el coloquio coincidieron en que es necesario seguir incidiendo en la recuperación de los sistemas fiscales progresivos, en la lucha contra los paraísos fiscales y en los argumentos contra un modelo de desarrollo que hace descansar su éxito en el crecimiento económico, cuando es precisamente el modelo de crecimiento el que nos ha llevado a las enormes desigualdades y brechas en el acceso a la salud sexual y reproductiva en el mundo.